viernes, 15 de septiembre de 2017

Por qué EEUU incluyó el tema de inversión en la renegociación del NAFTA?



El 16 de agosto pasado México, Canadá y Estados Unidos lanzaron los trabajos con miras a reformular el régimen de comercio preferencial que han mantenido durante más de dos décadas. Estados Unidos ha sido el principal impulsor de este esfuerzo, con miras a corregir los desbalances y anomalías, que de acuerdo a la administración del Presidente Trump, ha significado este Tratado (el peor acuerdo comercial de cualquier país).

Los temas de discusión, impulsados en mayor medida por los Estados Unidos y en menor medida por Canadá son: el desbalance comercial, acceso a los mercados (reglas de origen), defensa comercial (anti-dumping y medidas compensatorias), la regulación laboral y el sistema de solución de controversias inversionista-Estado. En el presente artículo, me concentraré en este último punto.

Para nadie es un secreto que el Sistema de Solución de Controversias Inversionista-Estado o ISDS como se conoce en inglés, se encuentra bajo una fuerte presión derivada de los cuestionamientos cada vez más pronunciados de los gobiernos, quienes son los principales receptores de las demandas arbitrales. El crecimiento exponencial de las reclamaciones ha incidido en la reducción del ritmo de celebración de nuevos Acuerdos Internacionales de Inversión (AIIs) en los últimos años.

Por igual, algunos países han optado por retirarse de los AIIs, ya sea por una política reactiva (muchas demandas o condenas) o proactiva (como forma de evitar demandas futuras). El otro escenario es el de las reformas del régimen de ISDS. Este esfuerzo se está llevando a cabo en varios niveles: macro-multilateral (el trabajo de la UNCTAD es muy bueno en este sentido), a nivel regional (las propuestas de la Unión Europea, p.e. la Corte Multilateral para Inversiones), y a nivel micro-multilateral o micro-bilateral, como es el caso de los aprestos de reforma en el NAFTA.

El NAFTA, como el DR-CAFTA, cuenta con un Capítulo de Inversión[1]. De ahí que mostremos especial interés en el curso de la renegociación de las provisiones de ISDS que se están llevando a cabo actualmente. Aunque desde ahora, al menos por los datos e informaciones disponibles, la reforma del régimen de inversión del NAFTA parece dirigida hacia una actualización y mejora (update and upgrade) y no a un giro brusco o la eliminación de pleno del sistema de ISDS.

Es entendible que EEUU tenga interés en actualizar algunas disposiciones legales del NAFTA. Después de todo ha transcurrido más de dos décadas desde la firma de ese Acuerdo. Es mucho lo que ha llovido en ese tiempo y los EEUU “no quiere lluvia en su desfile” como dice en una frase popular de ellos. A pesar de todo el peligro a que se expone un país cuando adopta un AII, los EEUU tienen que considerarse muy afortunados. Vamos a ver ahora  porque digo esto.

Como usuarios del ISDS a nivel global, los inversionistas de los EEUU han iniciado 152 casos en calidad de reclamantes[2]. Los inversionistas de México, según datos de la UNCTAD, solo han sido reclamantes en dos controversias, una de ellas contra los EEUU. A la inversa, México ha figurado como Estado demandado en 25 casos, muchos de los cuales se han decidido a favor del inversionista. EEUU es el principal país de origen del inversionista en estos casos. Es decir, son demandas al amparo del Capítulo 11 del NAFTA. Pues bien, es evidente que no le ha ido tan mal a los inversionistas de EEUU con el NAFTA, al menos en este sentido.  

Para que lo quieren reformar entonces?

Ah bueno, es que EEUU ha perdido muchos de los casos en que ha sido demandado y no quiere seguir en esa situación. Pero qué pasa?, si vemos su record, los EEUU serían una especie de Floyd Mayweather. Los casos en que ha sido demandado (16), se han decidido ya sea a favor del Estado o se ha llegado a un acuerdo entre las partes. Esta no parece tampoco ser la razón de incluir este tema en la renegociación del NAFTA. Nos preguntamos entonces, cuál será la razón?

Tal vez los EEUU tiene guardado los verdaderos motivos de querer reformar el régimen de ISDS del NAFTA, algo traerá entre manos, no hemos visto todo aún. Lo que si podemos hacer mientras, es ver que han hecho los EEUU en otros Acuerdos recientes, por el ejemplo el Acuerdo Transpacífico ó TPP. Si, ese mismo TPP que EEUU abandonó a principios de año. El Capítulo 9 del TPP es homólogo al Capítulo 10 del DR-CAFTA  y el Capítulo 11 del NAFTA, pero con algunas diferencias.

Por ejemplo, a diferencia del NAFTA o del DR-CAFTA, el TPP prevé la posibilidad de contrademandas o demandas reconvencionales de los Estados, si la controversia se basa en una autorización de inversión. Por igual, se aumenta de tres años a tres años y seis meses el período de prescripción para accionar en arbitraje, es decir, el periodo comprendido entre el conocimiento de la violación del Acuerdo y la solicitud de arbitraje. También el TPP permite una mayor participación de las partes no contendientes y el empoderamiento del público. Adicionalmente, el Anexo 9-G limita ciertas controversias que tengan como motivo y fundamento el impago y/o reestructuración de instrumentos de deuda pública.

Así como los anteriores, existen otros asuntos que son más estratégicos para la administración del Presidente Trump. El propio Representante Comercial de los Estados Unidos (USTR) ha expresado que está “preocupado por el hecho de que extranjeros (refiriéndose a los árbitros) no electos (por el pueblo americano) pueden tomar la decisión final de que la ley de Estados Unidos no es válida”. De hecho, una condena en un caso de inversión puede significar para el Estado el pago de millonarias reparaciones, pero también implicar el cambio de políticas públicas, regulaciones, etc. A eso se refiere el USTR y es algo con lo que la administración actual no se siente muy cómodo que digamos.

En definitiva, hay que darle tiempo al tiempo. Es muy temprano en la renegociación. Sin embargo, analistas coinciden en que el ritmo de trabajo se va a acelerar por el hecho de que el año que viene hay elecciones tanto en México, como en los EEUU. Esperemos como un hecho entonces que se discutan los siguientes puntos en cuanto al ISDS se refiere: la mayor transparencia y el acceso al público, las comunicaciones de partes no contendientes, los métodos alternos al arbitraje para la solución de controversias, entre otros. Estos objetivos parecen factibles para todos los socios del NAFTA, así como otros que hemos tratado en este artículo y que van en dirección de “actualizar y mejorar” el Acuerdo según lo expresado por EEUU. Ese parece ser el escenario, a menos que Trump no saque a EEUU del NAFTA!


[1] Capítulo 11 en el NAFTA y Capítulo 10 en el DR-CAFTA.