"Es probable que el crecimiento de los volúmenes del comercio mundial de mercancías permanezca débil en el tercer trimestre de 2019, según el Barómetro sobre el Comercio de Mercancías de la OMC, publicado el 15 de agosto. El índice más reciente del barómetro (antes denominado Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial), de 95,7, es inferior al de la publicación anterior, y da a entender que todavía no es previsible un crecimiento más vigoroso del comercio". - Organización Mundial del Comercio, agosto 2019.
Buenas y no tan buenas noticias. Primero las buenas. La OMC acaba de actualizar su Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial de la OMC (WTOI). El Barómetro sobre el Comercio de Mercancías de la OMC (Barómetro) es la versión "recargada" del antiguo WTOI, como parte de un "rebranding" que incluye también un nuevo Barómetro sobre el Comercio de Servicios que será publicado en septiembre.
El Barómetro mide el ritmo del comercio global sobre la base de seis indicadores esenciales: 1) el transporte aéreo internacional de carga; 2) el comercio de componentes electrónicos; 3) los contratos de exportación; 4) la producción y venta de automóviles; 5) las materias primas agrícolas; y 6) el transporte de contenedores.
Como la misma OMC explica en las notas metodológicas, el Barómetro surge para atender las necesidades y el interés de los hacedores de políticas públicas, la comunidad de negocios y el público en general, de contar con información y datos de las últimas tendencias del comercio mundial. Es una forma de la OMC de lidiar con las típicas limitaciones de la data de comercio global: la poca frecuencia con que es reportada, así como la accesibilidad oportuna a cifras de comercio de bienes y servicios.
Pero el Barómetro también tiene sus bemoles. En el agregado de datos del Barómetro se mezclan ciertos indicadores, verbigracia: "nuevas ordenes de exportación", con otros como este: "comercio de materias primas agrícolas (esencialmente madera)". El primero nos ofrece una data mucho más indicativa del ritmo de comercio, pero el segundo lo consideramos de reducido alcance y como mismo reconoce la OMC: "Los puntos de inflexión en el comercio de materias primas son muy importantes, pero en general la correlación con el comercio mundial no es tan fuerte como algunos de otros componentes".
Con todo lo bueno, malo y feo que pueda tener el Barómetro, la realidad es que no existe otra alternativa, al menos por el momento, para contar con información "en tiempo real" sobre la evolución de las tendencias más recientes del comercio mundial. Su función más útil, sigue siendo la de ayudarnos a detectar los "puntos de inflexión" del comercio global, estudiar su trayectoria, y en función de la misma, obtener esas "pistas" sobre el comportamiento del comercio en el futuro cercano (aunque la misma OMC dice que no es una "bola de cristal").
La no tan buena noticia es que el Barómetro más reciente (15 de agosto) sigue evidenciando un débil crecimiento en el comercio mundial de bienes. El indicador se colocó en 95.7 para el segundo trimestre del año, por debajo del 96.3 que se reportó para el primer trimestre de 2019. Ambas notas se muestran en un nivel considerablemente inferior a 100, que es el valor de referencia que la OMC toma como "normal". Más aún, el Organismo Internacional planteó que esta tendencia de bajo crecimiento del comercio de mercancías es probable que se mantenga en el tercer trimestre de este año.
Dentro de los indicadores, las notas que obtuvieron fueron (de menor a mayor): 1) el comercio de componentes electrónicos (90.7); 2) el transporte aéreo internacional de carga (91.4); 3) la producción y venta de automóviles (93.5); 4) las materias primas agrícolas (97.1); 5) los contratos de exportación (97.5); y 6) el transporte de contenedores (99.0).
A modo de ilustración, en la gráfica siguiente se encuentran los indicadores y sus respectivos niveles:
Fuente: OMC.
Es probable que el incremento de las tensiones producto de la guerra comercial entre EEUU y China empuje aún más el Barómetro hacia el limite inferior en su siguiente entrega, que se espera para el próximo mes de septiembre. Los recientes acontecimientos, entre ellos la devaluación del yuan y la posposición de nuevos aranceles a productos chinos hasta diciembre, parece que continuarán gravitando sobre las expectativas de los agentes económicos, en el corto y mediano plazo.
Razones hay en el ambiente para guardar ciertas preocupaciones con el comportamiento del comercio mundial, sobretodo porque la reciente tendencia puede estar indicando que se avecina una recesión mundial, o incluso, puede tratarse de una causal de la misma. En fin, aconsejo mantenernos muy pendientes del Barómetro y de otros indicadores que nos muestran el "pulso" de hacía donde va el comercio y la economía global.