martes, 27 de marzo de 2018

A propósito del signalling y el rol de la educación en el siglo XXI




Quería tomarme un tiempo antes de poder escribir sobre educación y todo este asunto acerca del signalling. Pero, qué es el signalling?. De entrada es bueno explicarlo, porque hay un signalling para casi todo: biología, finanzas, células, etc. En economía, la señalización (signalling) se utiliza mucho en teoría de contratos para explicar las dinámicas de los mercados de trabajo, en específico, el valor de las credenciales profesionales y cómo estas condicionan las expectativas de los empleadores y prospectos empleados.

Así pues, partiendo de este supuesto, los títulos académicos no son más que una “señal” que envía su titular al mercado de trabajo, la cual es captada o interpretada como un testamento de inteligencia, o de preparación, o de esfuerzo, o dedicación, o tenacidad de ese individuo (cogemos mucha lucha por un título!). Claro, ningún grado académico refleja de manera expresa estas cualidades o aptitudes, pero es lo que el mercado interpreta.

Ahora bien, eso nos deja varias interrogantes. Entonces los estudiantes van a la universidad cuatro años solo a obtener un título?. No van a aprender?. A obtener el pan de la enseñanza?. Realmente los profesores estamos enseñando algo?. O solo somos intermediarios entre el estudiante y su diploma?. Bajo la teoría del signalling parecería que fuera solo para eso.

Pero afortunadamente, hay otras opiniones al respecto. Está la teoría del capital humano, la cual ofrece una visión, al menos más constructiva de la educación. Según ella, las universidades sirven para que los estudiantes aprendan y desarrollen ciertas habilidades, como el pensamiento crítico, logren expandir su creatividad y conozcan acerca del contexto social en que se encuentren. Esta teoría sobre el rol y la finalidad de la educación es más acorde a lo que muchos esperamos de la educación, verdad?. Es, por lo tanto, la correcta?. Verdad?.

En un debate muy popular en la web y el mundo académico, dos economistas, por demás profesores, se sentaron en un duelo explicando uno y otro punto de vista. Tyler Cowen y Alex Tabarrok, ambos de la Universidad de George Mason en Virginia, en su famoso “Econ Duel: Is Education Signaling or Skill Building?” (Econ Duel: ¿La educación es señalización o la construcción de habilidades?), batallan por casi 10 minutos sobre este tema. Alex se apoya en la teoría de la señalización, mientras que Tyler se inclina por la visión del capital humano (aunque él mismo no cree en esa teoría!). Así que el duelo al final lo gana el signalling. El video lo pueden ver aquí.

Otros economistas, como Bryan Caplan, también profesor en George Mason University se van más lejos. Opinan que todo el sistema educativo debe ser replanteado. En su último libro, “The Case Against Education” (El Caso Contra la Educación), Bryan no solo se inclina por la teoría del signalling, sino que manda un mensaje disruptivo para el sistema educativo. Dice que la educación es una pérdida de tiempo y de dinero. Agrega, que la educación y los diplomas únicamente ayudan a ratificar rasgos preexistentes que tiene la persona, como la persistencia, la inteligencia y la conformidad con las normas sociales. "La educación convencional ayuda principalmente a los estudiantes al elevar su estatus", escribe. También, llama a cortar toda financiación pública a la educación e invertir mejor ese dinero en educación vocacional.

La correlación entre la educación y el signalling no es nueva. Michael Spence, ganador del premio Nobel de economía, publicó en 1973 un influyente paper sobre signalling en el mercado de trabajo. Básicamente, el modelo que construyó Spence arrojó una conclusión: aun cuando la preparación adicional no contribuye a aumentar la productividad del trabajador, éste buscará el título porque implica usualmente un mayor salario.

Pero si todo el mundo se dedica a obtener un diploma universitario, cómo pueden los empleadores distinguir entre trabajadores malos, mediocres o buenos?. Esta tarea corresponde al mercado. Tarde o temprano, el mercado se encargará de hacer las correcciones, poniendo a los trabajadores con menor habilidad en empleos y salarios de menor calidad y a los empleados con alto rendimiento y habilidades, en las funciones más demandantes, pero con muy buenos salarios y beneficios. Es decir, un título o diploma es bueno a corto plazo, a la larga el mercado se da cuenta de quien es quien.

1 comentario:

  1. Entiendo que el mercado se encargara de ver más allá del “signaling” y que cada empleado además del título obtenido se medira por su eficiencia y eficacia en el campo en el que desempeñe. Silicon Valley se ha encargado de demostrarle al mundo que los títulos han pasado a un segundo plano y las competencias han venido para quedarse. Pero la cuestión está, en quien le devolverá esos 4, 8 o hasta 10 años según sea el caso de preparación a aquel empleado el cual tenía las competencias, desarrollaba el trabajo pero no tenía el título y por eso no pudo alcanzar una posición de mayor responsabilidad?
    Estoy de acuerdo en que debemos de replantear el sistema educativo pero a la par con el sistema evaluativo laboral.
    Muy buen escrito!

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