Hace menos de un mes las perspectivas de una solución al conflicto comercial que sostienen EEUU y China se mantenían en una nota positiva. El avance de las conversaciones y los anuncios del Presidente Trump de que revisaría el comercio con Europa, también llevó a pensar que el final de la guerra comercial con China estaba cerca. Nada de esto ocurrió.
A principios de mayo, EEUU dispuso el aumento de un 10 a un 25% de los aranceles a US$200 billones de exportaciones provenientes de China. Ésta última respondió incrementando los aranceles a US$ 60 billones de exportaciones estadounidenses. El nuevo escenario nos obliga a replantear algunas previsiones que se hicieron, pero también medir con cautela el desenlace de este complicado e impredecible conflicto.
Este mismo mes, por igual, el Presidente Trump firmó una orden ejecutiva que limita seriamente la capacidad de la compañía china Huawei de comercializar con empresas americanas. Esta decisión coloca a Huawei en una lista de empresas que “comprometen la seguridad nacional” de los EEUU. Huawei es una de las empresas que promueven activamente la tecnología 5G, correspondiente a la quinta generación de tecnología móvil, teóricamente capaz de lograr velocidades y conectividades como nunca antes vistas en la historia de la humanidad. Esta tecnología se espera que sea un boom en los próximos años.
Aunque la presencia de Huawei en EEUU es limitada, la medida afectará seriamente sus capacidades de expansión o mantenimiento en algunos mercados. Ya empresas americanas como Google y Qualcomm, al igual que algunas europeas como ARM, han manifestado que no seguirán cooperando con Huawei.
El interés de los EEUU es mantener la supremacía en el ámbito tecnológico y de las telecomunicaciones, que han venido acortando los chinos en los últimos años, pasando de ensamblar equipos de otros países, a crear sus propios diseños y productos. Es una carrera para ver quien tiene la tecnología más avanzada. La “guerra comercial” entre EEUU y China, ya ha entrado a ser una “guerra fría tecnológica”. Posiblemente escale a otro escenario, “guerra espacial”, “guerra robótica”, quien sabe?.
Es probable, como lo hubo antes con la carrera armamentista entre EEUU y la Unión Soviética durante la guerra fría, que al final no haya un claro ganador. Es bueno tener en cuenta, que aunque sea distinta a una carrera nuclear, no es menos cierto que este conflicto tendrá sus consecuencias para los directamente confrontados y también para otros que se encuentren en la periferia. El mundo podría nuevamente ser dividido en dos polos: los “Huawei” y los “Iphone”.
En la esfera comercial, persiste el pesimismo con una tendencia a la baja en el dinamismo del comercio mundial. El pasado 20 de mayo, la Organización Mundial del Comercio informaba que el último Indicador de las Perspectivas del Comercio Mundial de la OMC (WTOI) se colocó en el mismo valor que en febrero, 96.3, por lo que concluye la Organización que la debilidad del comercio persistirá en el segundo trimestre de este año.
Cabe señalar que dicho indicador (96.3), se encuentra notablemente por debajo del valor de referencia medio que es de 100, manteniéndose en su nivel más bajo desde el año 2010. Más aún, según la propia OMC, “…ese valor no refleja algunas medidas comerciales importantes anunciadas en los últimos días…”, refiriéndose precisamente a la escalada de aranceles de EEUU y China de principios de mes y a las sanciones contra Huawei.
Los indicadores que maneja la OMC, tales como el WTOI le permiten obtener datos crudos “en tiempo real” como dicen ellos mismos, pero no significa que tengan una bola de cristal para predecir el futuro a corto o mediano plazo. Lo que si se observa por el momento, es que para este 2019, las “perspectivas del comercio mundial pueden empeorar más si no se resuelven las tensiones comerciales crecientes”.
Por nuestra parte, en República Dominicana, la recomendación que haría es mantenernos bien atentos al desarrollo de los acontecimientos, pues como mismo señala la OMC en su comunicado, para hacer frente a los posibles choques externos debemos ser capaces de “adaptar la política macroeconómica a las nuevas circunstancias”. Cuando ellos hacen esa salvedad, va para todos los países por igual, porque a menos que vivamos en otro planeta, la guerra comercial entre EEUU y China es un asunto que afecta a todo el sistema multilateral de comercio.
Muy bueno hermano, te felicito!!!
ResponderEliminarUn análisis muy reflexivo, qué conlleva al lector a formarse una idea de lo que le espera a la humanidad en materia económica, y sobre todo a la nuestra.
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