martes, 17 de marzo de 2020

Comercio de servicios en los tiempos de coronavirus

"Según el Barómetro sobre el Comercio de Servicios de la OMC, publicado el 11 de marzo de 2020, el crecimiento del comercio mundial de servicios siguió debilitándose a finales de 2019 y en el primer trimestre de 2020. El dato más reciente (96,8) es inferior al registrado el pasado mes de septiembre (98,4) y muy inferior al valor de referencia para el índice (100), lo que indica que el comercio mundial de servicios está creciendo por debajo de la tendencia. El indicador todavía no refleja plenamente el impacto económico del virus COVID-19 y es probable que registre mayores descensos en los próximos meses".
OMC, Marzo 2020.

La semana pasada la OMC publicó su Barómetro sobre el Comercio de Servicios. Al igual que su contraparte del Comercio de Mercancías, este indicador continúa mostrando un débil comportamiento, para finales del 2019. Lo revelador es la caída de casi dos puntos (98.4 a 96.8) entre septiembre y diciembre, que es un período donde normalmente converge un movimiento importante de bienes y personas (thanksgiving, black friday, cyber monday, fiestas de fin de año, navidad, año nuevo, etc.).

Es un lapso de tiempo donde las empresas ponen sus números de rojo a negro (de ahí la expresión "black friday"), es decir, debe ser un momento de recuperación de las ventas y dividendos. Los números aportados por la OMC parecen estar indicando lo contrario. Tanto el comercio de bienes, como de servicios se ralentiza.

El comportamiento de algunos servicios arrastra a otros. Según la OMC, el transporte de pasajeros que fue el de menor calificación (93.5) va estrechamente ligado al turismo. Mientras que los servicios de TIC (97) se correlacionan a la prestación de ciertos servicios transfronterizos (consultoría, docencia, telemedicina, etc.). Por otro lado, la caída en el transporte marítimo de contenedores (94.3) se explica por la ralentización del comercio de bienes.


Fuente: OMC.

Es en ese contexto que entra el coronavirus (COVID-19). En la entrega anterior, precisamente opine al respecto:
"La OMC también ha dicho con su examen que en el período evaluado (diciembre 2019) no se ve reflejado el impacto del coronavirus, cuya propagación primero en China y luego a nivel global desde principios de este año, sin lugar a dudas ha afectado y continuará mermando a varias economías del mundo. Esta epidemia ha impactado del lado de la demanda agregada, pero también de la oferta, causando disrupciones en las cadenas de suministro regionales y globales". 
El daño del COVID-19 al comercio de servicios puede ser aun mayor que al comercio de mercancías. De ahí el encabezado de la OMC, que destaca la incidencia del coronavirus en la economía mundial. Según expresé anteriormente:
"Los efectos perniciosos del coronavirus se esperan que afecten de forma particularmente virulenta al comercio de servicios. Por su naturaleza los servicios son intangibles, pero paradójicamente, requieren del contacto personal: el transporte, el turismo, los eventos artísticos y deportivos, la educación, la salud, etc. son todos ejemplos de servicios, en los que se reúne mucha gente en un mismo lugar". 
Parte de estos efectos se pueden paliar utilizando algunos medios que la tecnología moderna permite: videoconferencias, clases a distancia, telemedicina, en fin, aquellos pertenecientes al "modo 1" de comercio de servicios (comercio transfronterizo). La propia OMC define este paquete de servicios así:
"Modo 1: Suministro transfronterizo
Un usuario del país A recibe servicios del extranjero a través de su infraestructura de telecomunicaciones o de correos. Ese suministro puede incluir servicios de consultoría o informes sobre investigación de mercado, asesoramiento telemédico, capacitación a distancia o proyectos de arquitectura".
El llamado "modo 1" puede brindar algunas alternativas, pero tiene sus limitantes, teniendo en cuenta que los otros tres modos de suministro de servicios que plantea la OMC conllevan de una manera u otra el contacto personal: modo 2 - Consumo en el extranjero (p.e. turismo, estudiantes, pacientes, etc.), modo 3 - Presencia comercial (p.e. bancos) y modo 4 - Movimiento de personas físicas (p.e. consultoría, docencia, etc.).

Los efectos del COVID-19 probablemente continuen incidiendo en el pobre desempeño del comercio mundial (bienes y servicios) durante la primera mitad del año 2020. Así lo ha pronosticado la misma OMC, que dicho sea de paso, como medida preventiva para el coronavirus ha decidido suspender sus reuniones y actividades hasta finales de abril. Otro evento que está "en veremos" es la propia Conferencia Ministerial (CM12), a celebrarse el próximo junio en Nursultan y sobre la cual el gobierno de Kazajistán ha solicitado a la OMC considerar posponer o suspender por la pandemia que azota al mundo.

Son tiempos difíciles para la humanidad, que es el factor subjetivo de toda la ecuación. También en la adversidad hay oportunidades. Tal vez es una buena ocasión para salir más fortalecidos de cara a futuras pandemias (aunque primero debemos superar la presente). Creo que en el porvenir, habrán formas más creativas de suministrar las mercancías y servicios que todos necesitamos (ahí entran las nuevas tecnologías). No necesariamente será un mundo dominado por grandes jugadores (Amazon me viene a la mente). También las Mipymes pueden salir robustecidas.

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