"El Barómetro sobre el Comercio de Mercancías proporciona información basada en los mejores datos prospectivos disponibles sobre la evolución actual de las tendencias más recientes del comercio mundial de mercancías. No tiene en cuenta la evolución reciente, como el brote de la nueva enfermedad del coronavirus COVID-19, que puede frenar aún más las perspectivas comerciales."
Organización Mundial del Comercio, febrero 2020.
La OMC publicó en febrero su más reciente Barómetro sobre el Comercio de Mercancías. Para esta oportunidad, el valor indicativo se colocó en 95.5, retrocediendo 1.1 puntos en relación a la calificación anterior. La última entrega fue en noviembre pasado y para ese entonces el comercio mundial mostraba signos esperanzadores de recuperación, ya que en ese entonces arrojó un valor de 96.6, casi un punto por encima del 95.7 que evidenció en agosto de 2019.
Es menester recordar que el Barómetro sobre el Comercio de Mercancías mide la información proporcionada en "tiempo real" sobre la base de los siguientes indicadores: 1) el transporte aéreo internacional de carga; 2) el comercio de componentes electrónicos; 3) los contratos de exportación; 4) la producción y venta de automóviles; 5) las materias primas agrícolas; y 6) el transporte de contenedores.
La nueva publicación, que recoge el desempeño del comercio global sobre la base de los criterios antes señalados al mes de diciembre de 2019, revela los siguientes datos:
De los seis indicadores, solo el relativo a la producción y venta de automóviles muestra una calificación de relativa estabilidad (o estancamiento) con relación al valor de referencia del Barómetro, que es precisamente de 100. Para el Barómetro, el hecho de sacar 100 no es suficiente, lo que significa es que el comercio está apenas comportándose de acuerdo a las expectativas de mediano plazo.
La OMC también ha dicho con su examen que en el período evaluado (diciembre 2019) no se ve reflejado el impacto del coronavirus, cuya propagación primero en China y luego a nivel global desde principios de este año, sin lugar a dudas ha afectado y continuará mermando a varias economías del mundo. Esta epidemia ha impactado del lado de la demanda agregada, pero también de la oferta, causando disrupciones en las cadenas de suministro regionales y globales.
Otros factores que gravitan en las perspectivas del comercio mundial para el 2020 son el Brexit, las elecciones de EEUU y la evolución de la guerra comercial EEUU-China. Aunque respecto de este último particular, se muestra un cuadro esperanzador, ya que en los últimos días de febrero el USTR y el USDA anunciaron importantes progresos respecto de la implementación del Acuerdo que firmaron EEUU y China a principios de año.
No obstante lo anterior, las apreciaciones de este artículo y del Barómetro sólo abarcan el comercio de bienes. Los efectos perniciosos del coronavirus se esperan que afecten de forma particularmente virulenta al comercio de servicios. Por su naturaleza los servicios son intangibles, pero paradójicamente, requieren del contacto personal: el transporte, el turismo, los eventos artísticos y deportivos, la educación, la salud, etc. son todos ejemplos de servicios, en los que se reúne mucha gente en un mismo lugar.
En definitiva, los próximos meses nos ayudarán a entender el cuadro completo de la situación del comercio mundial, en un año que ya a marzo se nos presenta con tantas complejidades e incertidumbres. Por ahora mi diagnóstico es que el comercio mundial continúa con pronóstico reservado.
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